¿Alguna vez te has preguntado qué hace que un hongo sea tan fascinante? No se trata sólo de su apariencia única o sus hábitos misteriosos. En realidad, los hongos son criaturas bastante interesantes y su anatomía es una gran parte de lo que los hace tan especiales. Por ejemplo, ¿sabías que los hongos no tienen raíces como la mayoría de las plantas? En cambio, tienen algo llamado micelio. Se trata de una red de finos hilos que se extienden bajo tierra y absorben nutrientes del suelo. Los hongos también pueden reproducirse esparciendo esporas, que es como se propagan.
Los hongos vienen en todo tipo de formas y tamaños, pero todos tienen ciertas cosas en común. Todos tienen sombrero y tallo, y sus esporas generalmente se encuentran en la parte inferior del sombrero. En esta publicación, veremos más de cerca la anatomía de un hongo y cómo funciona todo en conjunto.
Por encima del suelo
Tapas, escamas, branquias, anillos, tallos, volvas y otras partes de un hongo se pueden ver simplemente mirando el hongo. También conocido como cuerpo fructífero, el sombrero es la parte superior del hongo y normalmente está cubierto de escamas. Debajo del sombrero se encuentran las branquias, que son placas delgadas que producen esporas. El tallo se encuentra debajo de las branquias y conecta el sombrero con el resto del hongo. Es posible que haya anillos en el tallo y, a menudo, se encuentran debajo de la tapa. El anillo es un trozo de tejido que se conecta al tallo y, a menudo, forma una estructura similar a una plataforma. En ocasiones, podrás encontrar setas con volvas en su base; Estas partes parecen sacos o bulbos y son restos de células que quedaron de cuando el hongo aún crecía bajo tierra.
Desde el punto de vista medicinal, el cuerpo fructífero contendrá niveles más altos de betaglucanos que cualquier otra parte del hongo. Los betaglucanos son un tipo de polisacárido que se ha demostrado que tiene propiedades de estimulación inmunológica. Las investigaciones sugieren que los betaglucanos pueden ayudar a mejorar la salud intestinal, reducir los niveles de colesterol y reducir la inflamación.
Esporas
Las esporas son las células reproductoras de los hongos y se producen en las branquias. Un solo hongo puede liberar millones de esporas, que se desprenderán de las branquias y viajarán por el aire hasta encontrar un lugar donde crecer. Las esporas eventualmente aterrizarán en un ambiente adecuado, donde germinarán y se convertirán en nuevos hongos.
Las esporas contienen toda la información genética necesaria para crear un nuevo hongo, por lo que son muy importantes para la propagación de los hongos. De hecho, muchas especies de hongos sólo pueden reproducirse liberando esporas. Se trata de interpenos ricos, que son compuestos que dan a los hongos su sabor y olor característicos. Los terpenos también son responsables de muchas propiedades médicas de algunos hongos.
Debajo del suelo
El micelio es la porción de un hongo que vive bajo tierra. Aquí es donde crece y se multiplica el hongo, que se puede ver como una masa de hilos de color blanco o crema. El micelio ancla el hongo al suelo y absorbe nutrientes de su entorno. También puede formar una red de conexiones con otros micelios, lo que permite que los hongos se comuniquen entre sí.
El micelio está formado por células llamadas hifas, que son estructuras largas y delgadas que se ramifican desde el cuerpo principal. Cada hifa está cubierta por una pared celular, y estas paredes son las que le dan fuerza al micelio. Las hifas también son responsables de descomponer la materia orgánica, que luego el hongo utiliza como alimento.
El micelio es una parte importante del hongo y es responsable de muchas de sus características medicinales únicas. Por ejemplo, las erinacinas son un tipo de compuesto que se encuentra en el micelio del hongo melena de león. Se ha demostrado que las erinacinas tienen propiedades neuroregenerativas y pueden ayudar a mejorar la función cognitiva y la memoria.
Todas las cosas consideradas
Aunque el mundo subterráneo de los hongos suele estar oculto a la vista, es una parte integral y fascinante de nuestro ecosistema natural. Las esporas que se esparcen por el aire y el agua desempeñan un papel crucial en el crecimiento y la salud de las plantas, mientras que los hongos que crecen en la superficie proporcionan alimento y refugio a muchas especies diferentes de animales.
Los hongos también son importantes para la salud humana y se han utilizado con fines medicinales durante siglos. Se ha demostrado que los compuestos que se encuentran en los hongos tienen una amplia gama de propiedades medicinales y se están estudiando por su potencial para tratar una variedad de enfermedades. La próxima vez que salgas de excursión o camines por la naturaleza, tómate un momento para mirar a tu alrededor en busca de estos increíbles organismos y apreciar el papel que desempeñan en nuestro mundo.
SOBRE EL AUTOR
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